Reseña : «08​:​36​:​59», El memorable debut de los costarricenses de Introvisión

Por: Marcos Emiliano Mosqueda Romero

Introvisión es una banda originaria de Costa Rica formada en el año 2003. Antes de la publicación de su primer álbum oficial, tuvieron que recorrer un largo camino de preparación y madurez participando activamente en su escena local. Finalmente en el 2010 lanzaron su opera prima titulada 08:36:59.

Debutar con un álbum conceptual es una hazaña que no muchas agrupaciones se animan a intentar, sobre todo si consideramos el nivel de exigencia que los fanáticos acérrimos de la música progresiva suelen tener y la falta de espacios para las nuevas propuestas en el ámbito latinoamericano.

Sin embargo, Introvisión decidió dar un salto de fe y valor al presentar un concepto pequeño en escala, pero poderoso en alcance: la historia de un individuo que queda varado en el mar, naufragando a la deriva y enfrentándose a sus demonios internos para lograr la liberación interna de cara a su inminente final.

¿De qué forma aterriza la banda esta poderosa temática en su música? Mediante ocho temas extensos que dan como resultado casi una hora y media de progresivo envolvente de un altísimo nivel.

Momentum arranca con un riff dinámico que se presenta con fuerza acompañado del bajo y batería. El manejo de la distorsión en distintos niveles se vuelve un signo distintivo de la guitarra, que conduce a un estallido en el que los teclados toman protagonismo. Resaltan los múltiples roles que desempeña justamente el teclado, a veces al fondo decorando, otras en primer plano soleando o creando pasajes transitorios de gran belleza. Es una canción dominada por los cambios y variaciones rítmicas en velocidad e ideas, mostrando un sonido diverso en el que el elemento metal progresivo es predominante.

Endo arranca con una guitarra acústica suave y tranquila en la que recae una construcción emocional que se logra con éxito, presentando líneas vocales que se proyectan con la misma suavidad expresiva. El teclado vuelve a ser clave en la construcción y evolución de la pieza, haciendo uso de distintas aproximaciones sonoras que la hacen progresar. Aquí destaca el bajo que con su fuerte resonancia le inyecta vida al desarrollo musical. Los efectos se hacen presentes para rodear de un aura de misticismo a la voz y hacer que fluctúe en su intensidad y volumen. Un pequeño sampleo de sonidos de agua, madera y viento recuerda el concepto del álbum introduciendo una atmósfera inmersiva tejida por las guitarras y sintetizadores que crean un pasaje cálido y ambiental a manera de transición.

La Tierra de Nadie comienza fuerte con un conjunto de voces y efectos que tejen un entramado electrónico sobre el que la guitarra comienza a desplegar algunas notas melódicas. La aproximación electro hace que se sienta moderno y vanguardista por su creativo uso y variación de elementos que incluso diez años después siguen sonando novedosos. El combo riffs de guitarra más teclados trae el elemento prog más característico sobre el que todo arranca. La construcción narrativa del álbum se sigue desenvolviendo mediante samples y efectos de sonido que ayudan a crear una experiencia cinemática que nos hace sentir solos en medio del océano con miles de pensamientos pasando por nuestra mente.

Desenfreno comienza sutil con unas notas de piano y guitarra acústica que dan entrada de inmediato a la voz, que esta vez toma el rol protagónico mostrando un amplio rango interpretativo que sigue estando marcado por la suavidad y expresividad. Las guitaras acústicas y teclado enfatizan un sentimiento hasta cierto punto más nostálgico y ameno. El bajo desata una última sección que contrasta completamente con la línea general, presentando una gran destreza para construir temas con distintas partes, secciones y moods, formando un final desconcertante que vuelve a remarcar la desesperación del protagonista ante la soledad y muerte inminentes.

Reencarnaciones inicia con gran poder desplegando riffs con oscilaciones rítmicas que en compañía del teclado y sus efectos logran crear incertidumbre y confusión en el buen sentido de la palabra. La saturación y pesadez sonora se hacen presentes en un track que pisa el acelerador y ofrece revoluciones instrumentales que serán la delicia de los amantes del aspecto técnico del progresivo. La banda no escatima en ejecución y ofrece intensidad en la forma de tocar cada instrumento, logrando construir pasajes alucinantes que van a mil por hora, aumentando sin contemplaciones. Un breve bajón aporta un elemento de misterio que va acorde a la experiencia de desesperación, pero también catarsis que experimenta el protagonista de la historia.

Nivulocartro (A las puertas del Nivulocartro) es el tema más corto y por eso se siente más compacto y directo, pero no por eso menos técnico. La batería, guitarra y teclado se conjuntan para crear un ritmo fluido e irregular que se transforma en una descarga de poder con riffs y galope constante. Las variaciones, cambios de ritmo y aglutinación de distintas ideas y momentos forman una transición que se distingue por su adrenalina para elevar los ánimos a manera de un ultimo aliento de vitalidad antes de sucumbir ante el hambre y la sed del naufragio.

08:36:59 / El Umbral de la Liberación Interior track homónimo que es también el más largo del álbum y busca fungir como el cierre épico progresivo epítome de la obra y desde el comienzo se siente así, al estallar con un crescendo que evoluciona con gran maestría y precisión hasta conectar con un piano melancólico que trae de vuelta la calma de la mano de un solo constructivo que baja las revoluciones hasta volver a irrumpir con uno de los sonidos más vanguardistas que se hayan presentado jamás en un teclado y guitarra.

Hacia la mitad, se apodera una calma comandada por el bajo que sutilmente va construyendo una atmósfera cuasi onírica y etérea que es acrecentada por la distorsión de la guitarra y el vanguardismo de los teclados y sintetizadores. La alternancia entre moods hacen que el final se alce como un bello pasaje de piano brillante y cálido arropado por riffs potentes, cambios de velocidad, alteraciones rítmicas y un sentido de epicidad en su punto más alto.

La Hoguera es el cierre a una odisea interna y como tal ofrece un respaldo de tranquilidad y calma envolvente de la mano de la voz y guitarras acústicas. Se siente como la culminación de un viaje interno que el oyente ha emprendido con el náufrago y en ese sentido, ofrece también variaciones de intensidad guiadas por la destreza técnica de teclas y cuerdas. Un paisaje sonoro de voces entonando palabras incomprensibles a manera de susurros aporta ese elemento de intranquilidad que también es un común denominador de la obra.

Sorprende mucho que el sentimiento se vuelve esperanzador mediante una flauta que irrumpe con gran belleza y dinamismo. Igual de sorprendente es escuchar una voz femenina que entona unas líneas que le otorgan un aire épico que hace que la piel se enchine y se sientan espasmos en la nuca. Todo ha llegado a su fin y la pieza lo anuncia de una manera que conmueve.

08:36:59 es un álbum memorable, alucinante, complejo, emotivo y poderoso que se alza como una de las obras más destacadas del metal progresivo en toda Latinoamérica. La profundidad introspectiva de su concepto se expresa mediante composiciones ricas en variaciones, cambios de ritmo, secciones instrumentales, fluctuaciones de velocidad y una ejecución técnica de primer nivel.

Ponerse en los zapatos de una persona que enfrenta sus propios demonios internos en un contexto de soledad y desesperanza, permite emprender un recorrido inmersivo, reflexivo y contemplativo que emplea múltiples recursos musicales y sonoros para construir una experiencia cinemática que toca profundo en los pensamientos y emociones de quien escucha, invitando a acompañar al protagonista de la historia, compartiendo su catarsis interna.

Con piezas complejas llenas de ideas ricas, solos expresivos, sonidos vanguardistas y una gran maestría y madurez para aglutinar todos estos elementos y darles sentido, es sin duda una obra de culto que los amantes del metal progresivo más técnico pero también expresivo atesorarán por siempre en su memoria.

Una escucha recomendada que aumenta la expectativa ante el regreso de Introvisión, ya que este 18 de noviembre ofrecerán su primer concierto en más de diez años, presentando su nueva alineación además de algunos temas de lo que será su próximo lanzamiento discográfico.

En Nación progresiva los seguiremos muy de cerca, así que estén al pendiente para las novedades de esta excelente agrupación progresiva latinoamericana.

Alineación de Introvisión 2022

Andrés Calvo (Voz)

Mauricio Delgado (Batería)

Michael Muñoz (Bajo)

David Ramírez (Guitarra eléctrica)

Marcos Solano (Guitarra eléctrica)

Andrés Corrales (Sintetizadores)

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