Análisis Progresivo: «Catch Without Arms» de Dredg

Catch Without Arms, de dredg

por Dante Rodríguez

En retrospectiva podemos encontrar y redescubrir grupos, que por variados motivos pudimos no apreciar o escuchar en su momento. Con su peculiar estilo, por ejemplo, dredg se alzó de la escena independiente a finales de los 90 ‘s y, evolucionando por un camino de rock alternativo con tintes progresivos. Comenzaron incluso a ganarse un lugar en la escena californiana logrando firmar con el sello discográfico Interscope Records. Lamentablemente, mantuvieron un hiatus extenso desde 2011, provocando que saliera del radar de los escuchas durante muchos años.

Esto último tiene mucha razón de ser, pues las intenciones comerciales de la banda terminaron por desagradar tanto al público como a la crítica. Y aunque esto fuera muy cierto, en sus primeros discos (Leitmotif, del ‘99 —relanzado en 2001—, Industry Demos, de 2002 y El Cielo, de 2003) estuvieron comprometidos con una causa musical artística en medida significativa.

Dredg - Catch Without Arms by anakin022 on DeviantArt

Ya alcanzado tal punto en su carrera, con cierto reconocimiento, pudieron lanzar un nuevo disco: Catch Without Arms, de 2005, con la producción de Terry Date —quien ha trabajado con Soundgarden— y Chris DeGarmo, ex-guitarrista de Queensrÿche. Gracias a esto, el trabajo posee gran profesionalismo en audio y arreglos musicales. Así, Catch Without Arms, se va construyendo en pequeños bloques, con transiciones en las que la experimentación va de la mano con ruido de ambiente y efectos digitales. 

Ode To The Sun abre el trabajo con variedad de ritmo brillante en la guitarra. Más entregados al alternativo, aún dejan entrever la elaboración musical. Bug Eyes, antes lanzada como single, ahora le da una fuerte continuidad al disco, convirtiendo los primeros ocho minutos, en una apertura directa, rica en trémolo, coros pegadizos y efectos de reverberación.

Catch Without Arms cambia la carta con un piano un poco más presente y una guitarra más juguetona. Not That Simple sigue esta dinámica. Experimentos en las seis cuerdas que ponen en ambiente la canción con atmósferas creadas a través de efectos digitales, muy al estilo de principios de los 2000 ’s. Luego de una transición extraña, Zebraskin trae de regreso algo así como una versión más experimental de Catch Without Arms, más orientada a los teclados.

The Tanbark Is Hot Lava despierta los oídos retomando lo dejado en las primeras dos canciones, ahora con un bajo más presente y una estructura algo más variada. En Sang Real el piano tiene un papel más melódico con arpegios, evitando  cumplir un rol meramente armónico. El trémolo vuelve a ser un elemento muy presente en Planting Seeds, lo que da cierta redondez al trabajo musicalmente, más allá del concepto que lo concibió.

Al final, lo único que se puede jugar en contra del álbum es que los últimos tracks (Spitshine, Jamais Vu, Hung Over On A Tuesday y Matroshka) lo llevan a caer por su propio peso, debido a que ya se siente algo extendido. Sin embargo, en medida de cuánto disfruta cada quien a la banda, siguen siendo disfrutables. Conservan calidad. Particularmente, Hung Over On A Tuesday suelta los últimos golpes concisos del trabajo, dejando a Matroshka (The Ornament) concluir de manera más tranquila.

A partir de este disco es claro el cambio musical en dredg. Cada vez más ligeros y menos artísticos. Pero en cuestiones de producción, como hemos anotado anteriormente, no es nada reprochable. De hecho, es un trabajo que los guitarristas pueden encontrar disfrutable, pues el empeño en hacer de este disco una labor de cuerdas, capa sobre capa, es evidente. 

Por otra parte, puede desentonar y ser chocante para los seguidores más acérrimos del rock progresivo, pues no hay espacio en todo el trabajo para canciones que superen los cinco minutos ni estructuras muy complejas. En cambio puede ser una excepción para quienes disfruten del rock alternativo y de rock art, volviéndolo un combo interesante al estar todavía un poco por encima de la media más comercial.

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