Reseña: «II: Frailty de OU, el segundo álbum de la ecléctica, mágica e hipnótica banda China de metal prog. (2024)

Autora:
Sofía Álvarez


Desde los primeros acordes de «II: Frailty», OU promete una experiencia sonora difícil de describir con palabras. Originaria de Beijing, China, la banda ha irrumpido en el panorama musical con un impactante sonido envolvente y pesado, plasmado en composiciones super complejas. Con Lynn Wu en la voz, Jing Zhang en la guitarra, Chris Cui en el bajo y Anthony Vanacore en la batería, han forjado una reputación como una fuerza creativa arrolladora. Desde su aclamado álbum debut «One» en 2022, OU ha seguido evolucionando constantemente y desafiando incluso a los fans más acérrimos del prog a clasificarlos.

Estilo y ethos

La música de OU se sumerge en una rica amalgama de influencias que abarcan desde los pioneros del progresivo hasta la vanguardia del metal moderno. Su sonido fusiona la delicadeza histórica y cultural de China con elementos de psicodelia, electrónica y metal gótico, e incluso introduce destellos de djent y metalcore en ciertos momentos. La poderosa voz de Lynn Wu actúa como el ancla de la banda, mientras que la instrumentación intrincada y las capas de sonido de la producción final crean escenarios surrealistas que interpelan inevitablemente al oyente, presentando complejidades que pueden desorientarlo. Lo que realmente distingue a OU es su habilidad para integrar estas influencias de manera orgánica, generando un sonido que es a la vez innovador y profundamente arraigado en la identidad regional. La banda no vacila en explorar e incorporar elementos de electrónica, ambient y otros géneros para crear una experiencia auditiva verdaderamente única en la escena contemporánea.

Producción Musical 

El afamado productor Devin Townsend ha desempeñado un papel fundamental en la producción y mezcla de «II: Frailty» de OU, contribuyendo significativamente a la evolución sonora del grupo. No sólo ha participado como músico en el mismo álbum, sino que se ha encargado de su masterizado. Con esta presencia y colaboración más la fusión magistral de instrumentación convencional con elementos electrónicos confiere al álbum una singularidad notable, propiciando una experiencia auditiva que estimula la imaginación, la escucha y la permanencia y conexión con la música. La meticulosa atención al detalle en el proceso de mezcla y masterización ha resultado en un proyecto sonoro minuciosamente elaborado, donde cada instrumento es discernible a pesar de toda la información presentada y contribuye de manera significativa a la profundidad y complejidad general de la obra.

Del concepto al track

Este álbum es como una mamushka musical, donde cada pista es una capa que se abre para revelar una nueva dimensión. Cada canción está cuidadosamente construida sobre la anterior, añadiendo nuevas texturas y matices a medida que avanzan a través del álbum.

Frailty, en la apertura del disco, establece el tono de todo el proyecto con cambios dinámicos constantes y arreglos intrincados que se nutren de múltiples capas e instrumentos que conviven en un caos armonioso de lo más enérgico.

Es coherente a la narrativa del disco que el siguiente track sea uno de los cortes comerciales: Purge. Con la colaboración de Devin Townsend, este tema es un punto culminante del disco. La combinación de las voces de Townsend y Wu crea un contraste dinámico que eleva la intensidad de la pista. La instrumentación pesada, la repetición de sonido, lo estruendoso y los cambios de ritmo mantienen la atención permanente durante los cinco minutos de duración del track y confrontan los límites del oído más acostumbrado a la música experimental.

En el tercer lugar de la progresión del álbum, encontramos Ocean, una pista que se distingue por su enfoque más centrado en los sintetizadores y su atmósfera etérea. Los arreglos de teclado y las capas de sonido sumergen al oyente en una experiencia envolvente, tejiendo una mezcla de alegre melancolía. Una vez más, se entrelazan múltiples capas sonoras, desde los arreglos vocales hasta una instrumentación variada, generando un flujo armonioso que fusiona cada sección de manera impecable. De esta manera, Ocean construye todo un sistema narrativo dentro de la misma canción.

Redemption es una de las pistas más íntimas del álbum, de una estructura más tradicional y accesible, y presenta una instrumentación más despojada. La voz de Lynn Wu brilla aquí, transmitiendo una sensación de vulnerabilidad. Los arreglos delicados y la melodía conmovedora crean una atmósfera apesadumbrada y lúgubre.

Capture and Elongate (Serenity) continua en este álbum, aunque esta vez se aparta de la muralla sonora constante que definía las pistas anteriores. En su lugar, incorpora sonidos más contemporáneos y pop, evocativos de la cultura de masas asiática actual, pero sin descartar los arreglos disonantes característicos del prog más tradicional.

En el comienzo de Spirit Broken, el track que sigue, se puede identificar la influencia compositiva y sonora de Townsend, aunque luego se vuelve a una atmósfera más introspectiva donde los coros son protagonistas y donde se percibe el ADN de la banda.

Como se mencionó antes, algo que destaca este disco es la inteligencia dentro de la articulación del concepto, la habilidad técnica y la producción. Por lo cual, si el track anterior evidenciaba la génesis de OU, yyds es la materialización de esa huella identitaria. Esta pista destaca por un enfoque más experimental y técnico, con cambios de tiempo intrincados y estructuras musicales complejas. Los elementos electrónicos y percusivos se entrelazan en movimientos hipnóticos, creando así una experiencia auditiva super dinámica.

Con su enfoque más pausado y melancólico, Reborn emerge como un momento íntimo y reflexivo dentro del álbum. La voz de Wu flota sobre arpegios delicados y acordes emotivos, mientras los arreglos suaves y envolventes invitan al oyente a sumergirse en una atmósfera de contemplación. Al concluir la escucha, la melodía persiste generando una sensación de cercanía emocional, que, a pesar de las barreras idiomáticas, pareciera tocar fibras de nuestra memoria.

Cerrando el disco, Recall ofrece una experiencia interesante al recuperar y reinventar motivos musicales y líricos presentes en pistas anteriores del álbum. A medida que los arreglos instrumentales se desvanecen lentamente, la repetición de estos temas y motivos musicales añade una capa adicional de profundidad y cohesión al disco. Aunque la incorporación de estas reminiscencias puede resultar sutil durante la duración del track, su presencia refuerza la sensación de conclusión y continuidad. Con un enfoque más electrónico y futurista, Recall despierta la imaginación, evocando una sensación cinematográfica.

Finalmente, este cierre logra satisfacer las expectativas de una odisea musical completa. Es difícil volver al mundo exterior después de experimentar esta culminación.

Conclusiones y una invitación

La banda ha demostrado audacia al explorar una amplia gama de temas musicales, desde influencias folclóricas asiáticas hasta el uso innovador de elementos tecnológicos y sintetizadores. La diversidad de canciones también es destacable, muestra la versatilidad del grupo y su habilidad para capturar al oyente a lo largo del disco. En definitiva, «II: Frailty» ofrece una vivencia musical espectacular que puede resultar desafiante al principio, pero que cautiva con su originalidad. Es un disco que invita a explorar nuevas experiencias y a salir de la zona de confort, transportando al oyente a un universo caótico pero bellamente confeccionado.

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