Reseña: «It’s Safe to Say the Veil is Thinning» de Ontologics, “Una brillante novedad del progresivo moderno; mezclando hip-hop, jazz, metal y electrónica.”(2024)

Escritor: Patricio Benítez

No sería una locura afirmar que este disco ha sido uno de los más novedosos que hemos escuchado en mucho tiempo, presentando una fusión extrema y progresiva entre hip-hop, música experimental, electrónica y jazz, derritiendo nuestros parlantes en una expresión candente y sin precedentes. En esta colección multicultural de sonidos podemos encontrar algo para todos; fanáticos de distintas áreas del prog y de la música popular posicionados en tierra común.

Desde Providence, Rhode Island, el MC/multi-instrumentista Ian C. y el increíble Andy Morris (batería) nos traen un disco repleto de intensidad, de preguntas filosóficas concatenadas en rima, sonoridades desafiantes, estribillos pegadizos e instrumentos poco convencionales. El estilo y el flow de Ian C. deriva directamente de raperos orientales, recordándonos al PSY de los 2000’s y a otros actos de K-Rap o similares. 

La forma histriónica de comunicación y las vocales enrevesadas generan un sentimiento de incertidumbre, que se traspasa a las letras cargadas de contenido ontológico (como el nombre de la banda indica), y aunque tengamos por aquí detractores del rap, no podrán negar la calidad lírica del frontman del grupo. De todas formas, estamos solo ante la punta del iceberg: tenemos también cambios de ritmo, grooves en 7, 5 y 4, bajos orgánicos e hipnóticos, líneas melódicas espectaculares tanto en guitarra como sintetizador, secciones espaciales al estilo Pink Floyd, etc…

Pinceladas de metal se encuentran por aquí y por allá con algunos quiebres, apoyados de instrumentos no tradicionales como cítaras, xilófonos y otros aparatos preparados para hacer sonar melodías asonantes, libres y jazzeras (o por momentos, el más plácido pop). En fin, una locura de banda y de trabajo, que sin duda queda galardonada por especial e innovadora, y como no, por romperla con cada uno de estos temazos.

“Ghouls Get Gone” es una introducción perfecta que nos presenta lo más progresivo de la banda, aunado a un estribillo pegadizo. La forma de rapear de Ian C. va entrando a nosotros de a poco mientras apreciamos esos patrones absurdos de batería y los profusos sintetizadores.

Ahora con el tema que dota de nombre al disco: “It’s Safe to Say the Veil is Thinning”. Empieza con el hook vocal, al igual que la anterior canción y nos permite captar un motivo que quedará en nuestros oídos incluso luego de acabado el disco. En sí, los versos se tornan descomunales y empiezan a jugar con ritmos irregulares y quiebres. Las barras se intensifican, distorsionadas, deslizándose sobre los bajos y empedernidas en entregarnos un mensaje. 

“Drifting into Traffic” es una canción repleta de melodías de guitarra, adlibs y riffs. También encontramos secciones poperas y un rapeo constante y dinámico. Un buen solo en escala armónica termina con todo el progresivo que el cuerpo nos estaba pidiendo.

Fácilmente uno de los mejores temas del disco “Passive Aggressive Passion Aggression”, presenta excelentes sintetizadores y riffs de guitarra que podrían encantar a cualquier fanático del progresivo. Las voces surcan los mares de lo melódico, presentan grit y fluyen suavemente formando armonías. Una de las secciones rapeadas más hipnóticas aparece en medio de la canción, con mucho ambiente y experimentación de por medio, generando y liberando tensiones en igual medida.

“Simultaneous Experiences” empieza en 6/4, a pura guitarra, bajo y choirs: a la antigua. Una sección de rap psicodélico entre cítaras se desenvuelve en un halo de genialidad. Cambios repentinos aportan absoluta fluidez a esta canción sesentera, stoner y espontánea.

¿¡Cómo sigue los beats Ian C. con tal facilidad!? “Chasten Those That Hassle”, aparece llena de cambios y cortes, representando la peor pesadilla de cualquier rapero cuerdo. Con su extensa duración de siete minutos, esta canción se caracteriza por tener secciones rapeadas a doble tempo y quiebres con orquestación y solos jazzeros.

Una zampoña electrónica nos recibe en “Villians Shilling”, que con su ritmo sincopado nos genera una profunda sensación de confusión. Un bajo funky se introduce en el estribillo para dinamizar la mezcla y hacerla pasar por olas instrumentales, complejizando la canción. Un quiebre de metal corona a esta composición, donde el bajo, su protagonista, perfora los graves con repeticiones insuperables, y cambios inesperados dentro del mismo breakdown.

“Cooking the Books” empieza con un riff metálico y ritmos donde la única constante es el cambio. En esta canción, Ontologics colabora con P-Nut, el legendario bajista de la banda estadounidense de rap n’ roll “311”. Sus infecciosas 5 cuerdas se notan en los quiebres techno repletos de sintetizadores y en las tribales secciones dispersas en la canción.

Cuando uno escucha la melodía y el sonido al inicio de “Trenches and Abyss”, puede pensar en el inicio de un beat cualquiera de rap, sin embargo la rápida adición de una sigilosa guitarra y ese groove absurdo de batería nos impacta de lleno con el prog más abisal. Hermosos contrastes esta canción genera, incluso se intensifican cuando Ian C. empieza a destrozar un ritmo letal en 7/4. Vemos mucho esta estructura que es irregular en el verso o el puente y 4/4 en el estribillo, y sentimos que es muy eficaz para la banda. Por cierto, en este track suenan algunos leads de guitarra excelentes.

“Non-Refundable Experiments” es en general, una canción bastante pegadiza que juega con armonías, violines, y tiene un tinte en general más neo-prog. Tenemos solos espectaculares repletos de efectos y la voz de Ian C. tomando un tono más cantado e intenso. Un buen tema para introducirse en la banda si venimos de escuchar progresivo tradicional.

“Mining the Mind Pit” como su letra lo indica es una experiencia pura e intelectual, una canción para sumergirse y prestar atención a las letras. En constante cambio, con versos repletos de delay, caóticos y presentándose en capas. Una canción que se siente como investigar los recovecos más retorcidos de nuestra mentalidad.

Y para cerrar el disco tenemos la canción más extensa “The Gallantly Spectating Gold Medal Olympian”, que desde el inicio tiene algo distinto en su sonoridad y lenta evolución. Un montón de pads y arpegiadores utilizados de manera inteligente dotan a este tema de un carácter particular. Melodías van y vienen en la voz de Ian y encontramos rap recién dos minutos y medio luego del inicio. Progresivo, quiebres instrumentales, y la experimentación constante con sonoridades tenebrosas y poco convencionales.

La intensidad que toma en la segunda mitad es remarcable, no solo por los solos bluseros/metaleros sino también por la agilidad vocal y métrica de nuestro MC. Soltando calambures, aliteraciones y todos los recursos de un maestro en la rima. 

«It’s Safe to Say the Veil is Thinning» es un álbum al que hay que darle una oportunidad, con cabeza abierta; sumergirse en los sonidos y empezar a reconsiderar prejuicios. Después de todo el progresivo siempre se trató de romper fronteras y estirar las reglas. Aquí tenemos una demostración de que con la música se puede hacer lo que uno quiera y el modo de expresión está limitado sólo por la creatividad del artista. Categoriza como discazo, de hip-hop y de progresivo; porque uno no es excluyente del otro…

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