Reseña: «The Quest» de Yes, una mezcla de lo nuevo y el pasado

Por: Moisés González

Han pasado siete años desde el último álbum de Yes, “Heaven and Earth” un álbum que marcó el final de una era ya que fue el trabajo final del extraordinario Chris Squire, el único miembro original que quedaba y también fue la pauta para la nueva formación con Jon Davison en las voces, misma que prevalece hoy con el disco “The Quest”.

Yes tiene un lugar más que ganado dentro del olimpo del rock progresivo, banda pionera, innovadora, que en más de 50 años de carrera han evolucionado, se han adaptado y también, vaya que han cambiado miembros. A Yes no se le puede reprochar nada, músicos adelantados a su época y que justamente han marcado eso, época, todo lo que hagan en estos momentos con una carrera ya tan cimentada es bienvenido y es oro puro.

Contexto

De 2014 a este lanzamiento pasaron un sin fin de cosas en el núcleo de Yes, Chris Squire falleció, Jon Anderson dejó la banda, fueron inducidos al Salón de la Fama del Rock And Roll, y con todos estos acontecimientos “The Quest” llega con un sonido fresco, composiciones con nuevos enfoques aunque mantienen esa fórmula Yessiana, por decirlo de un modo. Tenemos reminiscencias del clásico Yes y aportes individuales que destacan en ciertos fragmentos o canciones completas y eso hace que “The Quest” sea un disco sincero y un gran regalo para los fans.

La música se hizo antes de la pandemia, para finales de 2019 Steve Howe y Jon Davison tenían las maquetas de varias canciones, cuando llegó la pandemia la única manera en que pudieron trabajar fue a distancia, compartiendo archivos en línea. Cuando se involucró Geoff Downes y Billy Sherwood, la música tomó una forma más cohesiva y tuvo un sentido más colaborativo, sin embargo quien movió los hilos creativos fue Steve Howe y eso es muy notorio durante casi todo el disco, además de que él se encargó de la producción.

The Quest

The Quest abre con unas rimbombantes notas del sintetizador de Geoff Downes, este sonido tiene una similitud inmensa con “Fanfare for a Common Man” de ELP.

Este riff de teclado está en Do menor, lo que le da un sonido oscuro, eso lo comentó Steve How. The Ice Bridge es la canción, la cual habla sobre el cambio climático, la letra fue compuesta por Davison y musicalmente era algo que tenía desde 1977 y que recientemente fue desarrollado como tal con Yes. 

The Ice Bridge es la canción rock del disco, tiene una increíble gama de sonidos producidos por diversos sintetizadores y Steve Howe recuerda sus buenos tiempos haciendo solos shredding que lo caracterizan, mientras que Alan White en batería brinda el dinamismo y fuerza rítmica.

El segundo sencillo que publicaron fue Dare To Know, completamente un giro sonoro a su antecesora. Un tema más melódico a mid tempo donde destacan los sutiles lick de guitarra eléctrica en conjunto con un acompañamiento acústico, pero lo más destacado es la sección sinfónica. Las orquestaciones son hermosas, sobresale con mucha soltura y sutileza estos arreglos sinfónicos recordándonos el viejo Yes.

El álbum tiene el sello de Howe por todos lados, pero más que en el lado eléctrico lo hayamos en lo acústico, creo que son dominantes las guitarras acústicas lo que le da un enfoque reflexivo y relajado como el siguiente tema: Minus the Man.

El track 3 mantiene la vibra melódica y los arreglos orquestales y destacan los solos de Steve Howe. Otro punto a mencionar es el bajo de Sherwood quien respeta la esencia de Squire y agrega su propio estilo. Por cierto este tema habla de la dualidad humano y tecnología.

Leave Well Alone es el tema progresivo definitivamente, no solamente por su duración sino por todos los pasajes, cambios de métricas y modulaciones melódicas, no encontramos con un inicio muy al estilo Yes pop pero con una gran mística, de hecho el instrumento que escuchamos al inicio se llama “Koto”, este fue tocado por Howe y por su naturaleza le da ese sonido exótico que se conjuga con melodías alegres y después con progresiones de vibraciones oscuras. Uno de los highlights de The Quest.

En The Western Edge, Davison y Sherwood comparten las voces principales, cada quien interpreta diferentes secciones esto da una soltura vocal y armónica muy interesante. Es un duelo de voces muy emotivo donde se compaginan muy bien al servicio de los slides de guitarra y los acordes grandilocuentes.

La parte final del disco uno se enfoca el lado acústico que había comentado y esto inicia con Future Memories una canción compuesta por Davison donde incluso toca la guitarra en conjunto con Howe. Bellos arpegios, progresión de acordes emotivos y una entonación vocal maravillosa, evocando los viejos tiempos de Jon Anderson, claro guardando sus distancias. En está tónica se mantiene Music to My Ears, aunque aquí resuenan con mayor claridad los arreglos de piano y tiene la fuerza rítmica impresa por Alan White.

A Living Island habla indirectamente sobre la pandemia, mientras sucedio la cuarentena, Geoff Downes se encontraba en Barbados, lo cual lo llevó a hacer una búsqueda interior, esto se refleja en la música: tonos alegres y épicos. 

Con grandilocuencia cierran el disco 1, haciendo estos cierres espléndidos al estilo de Awaken o And You and I en formato pequeño.

El álbum dos solo contiene 3 canciones las cuales digamos que son solo bonus tracks la primera es Sister Sleeping Soul, una balada con sonidos exóticos de comienzo, después llega un tributo a Los Beatles con Mystery Tour, digamos que el tema pop y alegre del álbum, acordes sencillos y ritmo 4/4.

Damage World por su lado ofrece el espectro progresivo y sutil, donde destacan los slides, los arreglos de acordes y arpegios de Howe.

El disco en general es un paso hacía adelante, nos presentan música con un enfoque distinto pero tienen esa reminiscencias del Yes clásico, en las orquestaciones, en las líneas de voces e incluso en la misma estructura de algunas canciones. Las referencias en fragmentos pueden ser notables y agradecemos que una banda tan legendaria como Yes no se quede estática, que siga moviéndose, que compongan y hagan lo que mejor saben hacer, música, y con eso los fans estamos agradecidos.

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