Review : «Instinto» de Ekos

Instinto fue lanzado a principios de este año, marcando así el tercer record de Ekos y quizás al momento el álbum que engloba una evolución y mejoría en varios aspectos.

Por: Moisés González

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Ante varios años de carrera y con diferentes visiones, Instinto se vuelve un álbum más conciso que los anteriores y marca una nueva exploración sonora aunada a su estilo característico que los ha hecho una banda referente del progresivo en México.

 

Tal cual el título así fue escrito su material, en sesiones de jamming trabajando en conjunto, así lograron conseguir composiciones de diferentes matizes y a la vez espontáneas con mucha sustancia.

Vuelve a Mirar.

Desde el primer track nos encontramos con la nueva cara de Ekos, sonoridades y dinámicas diferentes envuelven Vuelve a Mirar. La introducción fue hecha a través de samples y el Drum pad de Carlos Clériga. La guitarra de Jesús muestra su capacidad de tocar con cadencia y sonoros acordes y arpegios.

Fiel obsesión es directa y con mucha energía, algo esencial es el sonido evocando al rock en español noventero. Es muy funky pero que al llegar al coro nos cambian a una dinámica sobria y oscura. Es maravilloso este juego de luz y oscuridad que tiene, el bajo de Víctor también se lleva los reflectores con líneas muy disfrutables.

De nuevo en el tercer track escúchamos el drum pad. Tiene momentos de un poco de virtuosismo pero en sí es más atmosférica y estilizada en cuanto a la producción y las distintas capas que la envuelven.

A la mitad del álbum llegamos con el track de tracks, realmente una obra maestra y épica. Creando vacíos desde que escuchas las primeras líneas de bajo y el riff sabes que algo mágico está por arrancar. Engloba totalmente el sonido de Ekos, con segmentos pesados, virtuosos, puentes musicales muy bien delineados, transiciones cohesivas y claro los sonidos atmosféricos. Los riffs son mortales, encumbra el ADN de esta banda, son legibles las diferentes influencias que amalgaman desde Dream Theater, Riverside, Steven Wilson hasta Cerati y Caifanes.

Como nos comentaron en la entrevista, era para ellos importante mantener la composición a un gran nivel en todo momento y el final no era la excepción, fueron muy cuidados al hacerlo y el resultado es impecable, retoman los riffs iniciales con un giro y después tenemos ese movimiento repetitivo que retumba, va y viene pero con mucha más energía hasta darnos el último acorde. De acuerdo con Jesús es un cierre Hanz Zimmeriano.
Después de toda la epicidad y el deslumbramiento colosal, entramos en mood acústico melódico muy bien llevado por Jesús y la conjunción de voces. Una letra sórdida y personal de Carlos. Mientras avanza la canción nos encontramos con momentos de destellos de luz que contrastan con el sentir nostálgico, una buena manera de exponer tanto en lírica como en lo musical el título del tema.

Para finalizar el álbum con broche de oro nos traen a los odios Mi Última Voz, otro Track dominado por la guitarra acústica y que nos rememora un poco el estilo de arpegio del Pink Floyd de The Wall. Aunque es de un sentir relajado, la canción avanza con una maravilloso in crescendo. Se suman baterías, bajo y teclados para enclavarnos un cierre ecléctico y memorable, es muy conmovedor además. Perfecto para ser coreado y levantar las manos con las multitudes. La combinación entre los acordes limpios más los redobles estruendosos marcan la tendencia del gran final.

En resumen es un álbum de calidad innegable, se disparan en todos los cilindros: música, letras y producción están al 100%. El trabajo de años y su unión como amigos les ha dado un entendimiento musical increíble, su química está mejor que nunca e Instinto es la muestra de su esfuerzo y calidad.

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