Análisis Progresivo: Attahk de Magma «Ecléctico y vanguardia unica»

Magma, Attahk, 1978

 

Magma es, más allá de una banda, un esfuerzo artístico creado por Christian Vander en Paris, en 1969. Son los precursores del subgénero Zeuhl del progresivo, término que significa algo así como “celestial” en el propio idioma creado por la agrupación. Claramente era, o es, difícil clasificarlos, aunque algunos lo incluyen dentro del Avant-prog. La leyenda dice que fue formada luego de que Christian tuviera una visión en un sueño, sobre un futuro espiritual y ecológico de la humanidad.

 

El disco que tiene por objeto este análisis es Attahk; ya su arte de tapa nos anticipa mucho: dos “guardianes” bastante desagradables, apostados como protegiendo la entrada a un edificio en donde aparece bien alto el logo de la agrupación. Hecho por Hans Rudolf Giger (artísta plástico y escultor suizo, quién también se encargó de la tapa de Brain Salad Surgery de ELP, entre muchas otras), es una obra maestra que vale la pena admirar por unos momentos, de forma ideal en la mano, aunque hay buenas imágenes en la web para ello. Está repleta de detalles fantásticos.

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Esta obra comienza con The last seven minutes (1970-1977, Phase I), probablemente haciendo referencia a las composiciones de los discos de esa etapa temporal. Empieza con un riff de guitarra que se repetirá a lo largo del tema, junto con algunas estructuras en la batería, piano y bajo. En oposición, hay muchos cortes abruptos en todos los instrumentos, creando una atmósfera extraña. Todo este caos presenta una suerte de base con reminiscencias al jazz fusión, sobre todo por el uso de un piano eléctrico (un rhodes si no me falla el oído), algunos acentos en la batería y en las líneas del bajo. Se mezclan también las voces, que parecen más onomatopeyas o interjecciones que una letra propiamente dicha.

 

Continúa con Spiritual (Negro song), arrancando con un piano y un coro, donde se van incorporando voces e instrumentos intercaladamente, hasta hacerle un homenaje a su título. Podemos imaginarnos en una iglesia, cantando y bailando al compás de la música, con la gracia y alegría que solos los negros pueden brindar, aunque en este caso los músicos no lo sean.

 

Prosigue la lista Rindë (Eastern song), con un piano y voces, en un estilo de ópera romántica. A pesar de no entender absolutamente una sola palabra, los timbres, colores y profundidades de las voces son altamente valorables, y la conjunción con las teclas resulta en una hermandad inseparable.

 

Luego aparece Lirïïk Necronomicus Kahnt (In Which Our Heroes Ürgon & Ğorğo Meet), como continuación de la anterior, y la amalgama se presenta como un despegue del tema, como si Rindë hubiera sido el preludio o la introducción. Arranca con un ritmo rápido, coros graves, y un ¿kazoo? realizando la melodía principal. El bajo es realmente magnífico en esta pieza; para aquellos que les guste, es para subir el subwoofer a tope y dejar que golpee en el pecho. Quitando algún impasse, la estructura principal se mantiene en casi todo el tema.

 

Maahnt (The Wizard’s Fight Versus The Devil) inicia con sonidos de sinte agudos, y enseguida aparece la base rítmica y las voces extrañas, en la misma tónica del anterior. Hasta tiene pasajes en donde las voces parecen eructos extraídos de un concurso a lo yanqui; tiene su lado cómico. Por momentos se destacan arpegios en el teclado, y líneas de bajo que se complementan con el mismo sonido del inicio. A medida que transcurre el tema, el tempo se acelera, surgen los vientos, y se logra un verdadero clímax, que termina con un fade out de esa anarquía sonora, y luego suena algo similar a un tren o una máquina en funcionamiento, que no tiene nada que ver con nada…..

 

El sexto tema es Dondaï (To An Eternal Love), que resulta más melódico, con la base rítmica más suave y el protagonismo del piano. Las voces son deliciosas, cambiantes, vibrantes. Aparecen toques de un vibráfono que quedan muy bien con el ambiente armónico de esta obra.

 

Cierra el disco Nono (1978, Phase II), culminando también una etapa en la vida creativa de esta banda. Arranca con un solo de bajo, se suma la batería con golpes rápidos en el hi-hat, el rhodes y los siempre presentes coros multiples. Continúa más o menos igual hasta la mitad del tema, donde dice presente el moog con un sonido que, junto con la batería, es extremadamente novedoso e inesperado. Luego se reconocen sonidos típicos del mismo sinte, usados por todas las bandas de la época, pero no por eso resultan menos geniales. De a poco se vuelve al cauce inicial, con algunas intervenciones de los sintetizadores y de la percusión, y algún membranófono de tamaño considerable. Desaparece el tema con otro fade out, pero no termina ahí. Un ruido parecido al de un acople suena por algunos segundos; otro aporte inesperado, que rompe los esquemas, más utilizado también en Maahnt.

 

Sin considerar las etiquetas que tanto nos gusta poner, sobre todo en estas épocas de redes sociales, Magma resulta vanguardista por donde se lo mire. Lejos estoy de abrir una discusión acerca de cómo catalogarlo; ¿acaso importa? Lo primordial es que este disco es diferente a casi todo lo que puedas haber escuchado alguna vez, con unos bajos que resaltan en todos los temas, con una dinámica en el uso de la percusión y las voces notable, y los teclados usados a cuentagotas, más de manera efectiva y precisa. Personalmente, pospuse escuchar Magma por prejuicios sin ningún tipo de fundamento (como casi todos los prejuicios, pero soy humano y los tengo), y es de una alegría como pocas encontrar “nuevas” bandas (¡tiene más de 50 años!) que sorprendan y deleiten los sentidos. ¡ESCUCHA MAGMA!

 

Músicos:
– Christian Vander: voz principal, batería, percusión, piano, Fender rhodes y Chamberlin.

– Klaus Blasquiz: voces, percusión.
– Stella Vander: voces.

– Lisa «Deluxe» Bois: voces.
– Benoît Widemann: piano, Rhodes, Mini-Moog, sintetizador Oberheim polifónico.
– Guy Delacroix: bajo.
– Jean-Luc Chevalier: bajo.
– René Garber: clarinete bajo, voces.
– Tony Russo: trompeta.
– Jacques Bolognesi: trombón.

 

 

Juan Ignacio D’Iorio

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