Reseña «Oath» de MONO, el más reciente álbum de estudio de los japoneses que reflexiona el tiempo y la vida (2024)

Por: Vicente Andrade

Mono es una banda originaria de Tokio, Japón, fundada en octubre de 1999 por Goto y Yoda a cargo de las guitarras y Takada en la batería, uniéndoseles en tan solo unos meses Tamaki en el bajo. Con dicha formación, el cuarteto ha grabado y publicado hasta la fecha 12 álbumes de estudio; “Oath” siendo el último, lanzado el 14 de junio de 2024.  En cuanto a estilos, se les categoriza principalmente como una banda de post-rock, y muy bien que se adueñan en ese género, pero me atrevo a decir que son en la práctica una nueva alternativa para comprender la música clásica minimalista contemporánea, transportándonos a su vez en inmensos paisajes naturales que hacen de tu visita inspeccionar y repensar hasta los más profundos recovecos del diálogo de tu entorno y tu ser. El más reciente larga duración se divide en 11 canciones que se despliegan en 71 minutos de duración.

El álbum se introduce con tres tracks entrelazados entre sí, como si en realidad se tratase de tres movimientos de una única pieza: “Us, Then”, “Oath” y “Then, Us”. Mientras que la obertura “Us, Then” es la encargada de abrir espacio para que cada músico salga a escena a su debido tiempo y nos presente de inmediato una amplia gama de paisajes etéreos y señales de que se tratará de un viaje de meditación en clave minimalista-sinfónica, la consecutiva “Oath” trae consigo un outfit ligeramente cargado al soft-rock y shoegaze, a ratos incluso, con esbozos de distorsión pesada propia del post-metal.  “Then, Us” retorna a la calma, los colores pasteles y al viento que interactúa con las hojas de los árboles, cerrando el círculo de la triada. 

Run On” se construye a partir de una masa sonora que va en aumento, al tiempo que el protagonista de la historia -cualquiera de nosotros- se impregna del sentimiento de gloria y de superación a sí mismo en sus logros.  

El track “Reflection” es en efecto el punto de inflexión de la placa. En un lenguaje de post-rock progresivo que construye capas sonoras de mayor complejidad, la canción es aquella representación de crisis existenciales que se traducen en una inevitable reflexión o cuestionamiento de la vida misma y de lo que has logrado o no, y que sigue para adelante,  preguntándote: ¿estás en el lugar correcto?. De hecho, en el contexto de la pandemia vivida el 2020 y 2021, la agrupación deja un claro statement que dibuja las primeras motivaciones para el álbum: “¿Qué estamos haciendo con nuestro tiempo limitado en esta vida?,¿cuál es nuestro propósito?,¿qué deberíamos estar haciendo?”

Hear The Wind Sing” es una danza entre árboles en medio de paisajes otoñales y un reprise del punto de inflexión. Es aquí cuya reflexión llega a su punto culmine en donde el protagonista logra ver la luz nuevamente y que el nuevo ciclo comienza.

Y en tanto el amor por la música clásica es dibujada en su máximo esplendor, si la tranquilidad y paz misma fuera música, “Hourglass” las plasma a la perfección, apareciendo por cierto como una precisa excusa para introducir a “Moonlight Drawing”, cuya composición se traduce en una pista de música ambiental con muchas capas de achurado que se mueven entre un guiño inicial del blueprint de Pink Floyd y un punto de encuentro entre el post trip-hop, soft trip-rock progresivo y el retorno de la sinfonía en clave de música clásica y psicodelia minimalista. 

Holy Winter” se da a conocer como una melancólica canción de navidad donde el teclado es el protagonista, pero que de pronto deja el espacio a un riff sutilmente pesado y la incorporación paulatina de los otros instrumentos y la materia pictórica.

We All Shine On” propone melodías etéreas de atmósfera resplandeciente que te abraza, extendiéndose a la coda “Time Goes By” en una metáfora del cierre de un ciclo y una liberación y resolución de todo los viajes mentales que se recorrieron en el LP, dejándonos así con pequeños destellos desvanecientes de las melodías sintetizadas con las que nos embarcamos en el inicio.

Mono son grandes exponentes del post-rock y “Oath” es una gran carta de fidelidad a aquel cuerpo sonoro que han estructurado en sus 25 años de trayectoria, pero en definitiva, ¿qué es el post-rock, y que hace que en este particular caso se diferencien de otros que exploran el mismo estilo?… Yo diría que en esa intangibilidad que rodea a la pincelada, Oath establece que Mono son mejor dicho espectaculares referentes para la rama atmosférica de la música experimental, y sin duda la música clásica contemporánea; mezclando colores que trazan un bello recorrido por puntos de encuentro entre lo minimal, la sinfonía y el trip-hop o la densa distorsión de la masa, el shoegaze y lo reflexivo en su finalidad por simbolizar los procesos mentales en el vínculo del tiempo y la vida.

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